La historia de Pablo Solari con Colo Colo está llegando a la conclusión de su primer capítulo. River Plate puso sobre la mesa más de $4 millones para quedarse con los servicios del atacante a pocas horas del cierre del libro de fichajes del fútbol trasandino, convirtiéndose en el cuarto refuerzo del equipo que dirige Marcelo Gallardo.
Este juego es un duro golpe para los planes de Gustavo Quinteros para la segunda mitad del año, ya que El Pibe fue uno de sus casi incondicionales titulares en la ofensiva, contemplando pelear por el título del Campeonato Nacional y reconfirmar la corona de la Copa de Chile.
El propio estratega blanco ha dicho tontamente en el pasado que cuando un jugador se marcha hay que sacar al mercado un recambio de similares características para no debilitar al equipo.
Sin embargo, la dirigencia de Blanco y Negro tomó otro rumbo y decidió cerrar la actual plantilla de Colo Colo para la segunda mitad del año, descartando encontrar un reemplazo para Pablo Solari en la delantera.
Entre las razones aducidas se encuentran la falta de cuotas de extranjeros en el campus y las pocas opciones de ponderación en el mercado de fichajes actual.
Con eso, el cacique deja como únicos refuerzos en esta ventana del mercado de fichajes a Agustín Bouzat y Marco Rojas, que son precisamente jugadores con cualidades de ataque que deberían ser una solución a la hora de buscar un recambio para Pablo Solari.
Además, Quinteros tiene varias alternativas en el primer equipo para cubrir el hueco que deja El Pibe. Queda por ver si los que han estado pidiendo una oportunidad hasta hace poco aprovecharán esta oportunidad para enganchar definitivamente una camiseta de titular en el Cacique.